En esta primera entrega de la Trilogía cósmica de C. S. Lewis, un malvado científico llamado Weston rapta al insigne doctor Ransom y lo envía contra su voluntad hacia el planeta rojo de Malacandra. Allí lo aguarda un desafortunado destino: convertirse en la víctima de un sacrificio. Sin embargo, una vez en Malacandra, Ransom consigue zafarse de sus captores y descubre que se encuentra en Marte, un mundo poblado por seres inocentes que viven en armonía con el resto de mundos del Campo del Árbol (el sistema solar). Los ampara la benéfica influencia de Maleldil y nunca han conocido la maldad del oyarsa rebelde que mora en Thulcandra, la Tierra, el planeta silencioso y aislado que no habla el idioma del Árbol.