Esta historia se desarrolla a finales del siglo XIX en un viejo castillo inglés y tiene una ambientación bastante realista a pesar de que el protagonista es un fantasma. Están bien definidas las costumbres de la familia y el ambiente se mueve dentro de una mentalidad abierta con un tono misterioso, por lo que se trata de una novela fantástica y de intriga con ideas dramáticas. Sir Simon de Canterville mató a su esposa hace 300 años, y los hermanos de ella lo dejaron atrapado en una cripta sin comida ni bebida hasta la muerte. Después de eso, su fantasma salió del calabozo a recorrer el castillo para espantar a los sucesivos habitantes del predio hasta que da con una familia norteamericana que no cree en fantasmas.