Después de la buena acogida de nuestra antología Pioneros de la ciencia ficción rusa en esta misma colección, ofrecemos ahora un segundo volumen con siete nuevas muestras del género, inéditas en español, de seis autores distintos, todos ellos clásicos de las primeras décadas del siglo XX. En «El estereoscopio» (1909) de Aleksandr P. Ivanov, un curioso aparato permite traspasar las fronteras de lo real y adentrarnos en épocas remotas e imprevisibles. Ignati N. Potápenko sitúa «En la sombra de los tiempos» (1912) en el año 2912 y describe los singulares efectos de un trasplante que intercambia los corazones de un magnate norteamericano y de un primer ministro ruso. En «La fiesta de la inmortalidad» (1914) de Aleksandr A. Bogdánov, el científico que descubrió la inmortalidad hace balance de tal proeza, mil años después. «La estrella de Salomón» (1917) de Aleksandr I. Kuprín es la fáustica historia de un plácido funcionario que recibe una inesperada herencia y encuentra una fórmula que le da poder sobre todas las cosas. Vivian A. Itin describe en «El descubrimiento de Ryell» (1922) el viaje al futuro de un preso hipnotizado. Finalmente, tanto «Extranjeros» (1928) como «Bairo-Tun» (1929), de Alekséi M. Vólkov, se adelantan en décadas a los relatos de encuentros con extraterrestres que luego serían tan populares, y lo hacen con una precisión intrigante.