Este relato escrito por Esteban Echeverría entre 1838 y 1840 en su exilio en Montevideo, es una metáfora de la libertad constreñida bajo la férrea mano de un hombre. Con El matadero, Echeverría inicia una línea realista y crítica en la literatura argentina. Si fue así, el inicio fue tardío: ya terminado, el libro permanece inédito. Su autor muere en 1851 y sigue inédito. Rosas es derrocado dos años más tarde, y continúa inédito. Al darlo a conocer recién en 1871, su devoto amigo y brillante poeta, Juan María Gutiérrez, ensaya alguna justificación de tan prolongado ostracismo editorial: “Estas páginas no fueron escritas para darse a la prensa tal cual salieron de la pluma que las trazó, como lo prueban la precipitación y el desnudo realismo con que fueron redactadas”.